En el mes de abril pasado se celebraron en la Parroquia "Madre de Dios" de Elche una serie de encuentros organizados por la Pastoral Obrera diocesana, con motivo de los 30 años de la encíclica "Laborens exercens". Uno de ellos versó sobre "La Iglesia, el trabajo y el desempleo". Este encuentro fue dirigido por Dionis Peñarroja, miembro de la HOAC.
Entresaco, a mi parecer, lo más relevante de su charla: Una de las propuestas: El reparto del tiempo de trabajo.
" En nuestro país el debate sobre la redistribución del empleo es una cuestión que está practicamente sin plantear. Nadie habla con contundencia de trabajar menos para que puedan trabajar todos los que lo deseen. Al contrario, recientemente resonó la idea la idea contraria por parte del respresentante de los empresarios, diciendo que habría que trabajar más y cobrar menos, pa<ra salir de la crisis. Más pronto que tarde, nuestra sociedad deberá abordar el debate sobre el reparto del tiempo de trabajo, si no qaueremos profundizar más en un mal asistencialismo que perpetúa la pobreza, en lugar de apostar por la dignidad inalienable de cada persona, que pasa por favorecder que se pueda ganar la vida trabajando."
"En concreto se trataría de implementar estrategia del tipo:
1.- Reducir el tiempo de trabajo sin reducir los ingresos.Para lo cual habría que implementar una fiscalidad semenjante a la del centro y norte de Europa, que permita al Estado suplir con una segunda nómina una parte del resto del salario, para que no sea gravoso para la empresa.
2.-Repartir el paro, o lo que es los mismo, evitar despidos reduciendo salarios. Es una solución desesperada en situaciones de emergencia.
3.- Elegir trabajar menos y ganar menos: el tiempo parcial a la carta. Con distintas modalidades:
- Extender la media jornada voluntaria.
- Extender al 25% el porcentaje de trabajadores públicos con tiempo de tabajo compartido (17,5 horas semanales)
4.- Todos los jóvenes a media jornada. Se trata de recuperar la figura del aprendiz bien formado y adaptado a las necesidades de la empresa
5.- Acabar con el paro de larga duración. Para ello es imprecindible dar un fiuerte impulso a la creación de empresas y sociedades de inserción, de ámbito municipal o autonómico.
6.- Crear puestos de trabajo. Actuando sobre aspectos del empleo descuidados. Por ejemplo:
- Luchar contra destrucciones excesivas de puestos de trabajo.
- Incitar a las empresas a la contratación
- Penalizar las horas extaordinarias.
Desde la Iglesia
Los textos y reflexiones de la Iglesia que hacen referencia a la situación laboral y el dranma del paro son abundantes en las encíclicas de Juan Pablo II y Benedicto XVI:" Laborens exercens"," Centesimus annus" y "Caritas in veritate". Por otra parte los textos evangélicos que iluminarían serían múltiples:
- Gn 4,9: "¿Soy acaso yo el guardián de mi hermano?"
- Lc 3,11: " El que tenga dos túnicas que comparta una con el que no tiene y el que tenga comida que haga los mismo..
En los tiempos que corren haría falta una palalbra contundente, por parte de nuestros pastores, de denuncia de la realidad de la pobreza que se ha generado con la crisis económica, señalando a los responsables, animando a los responsables políticos a buscar pactos, ademas de disculpar a la víctimas y apoyarlas.
En cualquier caso textos y experiencia de compromisios tenemos suficientes y, en ningún caso, nos puede eximir de arrimar el hombro, creyentes y no creyentes, para hacer lo que esté en nuestras manos para mejorar la situación.